viernes, 29 de abril de 2011

Las Marotas: Danza tradicional de Antiguo Morelos.

El diablo mayor

Por: Marvin O. Huerta
Según Jacobo Castillo, capitán de uno de los cuadros maroteros del municipio, “las marotas” han existido en Antiguo Morelos desde que la gente tiene memoria. Aquí esta tradición de Semana Santa es más antigua que el viacrucis actuado. Dicen que se derivaron a raíz de las pastorelas de diciembre, aunque es tan antigua la tradición que no se puede saber. Consiste en representar la presencia de los demonios, en las épocas en que Jesús sufre la pasión y muerte; entonces por eso los que danzan, hombres todos, se visten unos de diablos y otros de “marotas”; que son las diablas. La función de ellos es dejar patente que el mal anda suelto en esos momentos, por eso bailan y hacen travesuras durante los días santos.
El capitán es el encargado de juntar al cuadro de la danza; es el que se dice, trae los diablos. Se pone a buscar a los participantes desde días antes, convoca a reuniones para revisar a las personas con las que cuenta para montar el cuadro y los recursos para que se lleve a cabo la danza: trajes, máscaras, cohetes, etc. También es el que pide al municipio el permiso para que salga la comparsa.
El capitán, escoge un lugar donde los participantes se puedan cambiar sin ser molestados, generalmente es una casa sola, o si no, en la casa del mismo capitán. 



Una vieja hungara que le gritaban sus compañeros "mueve las patas mija" y el diablo mayor (ese día lo interpreto otra persona)
Generalmente deben ser 13 danzantes; seis parejas, más el diablo mayor, porque fueron trece los que se sentaron cuando traicionaron a Jesucristo. Las mañanas y las tardes de los días santos salen a bailar a las calles de la comunidad (a mediodía como decimos aquí en Antiguo Morelos, “van a la papa”, regresando tan pronto hacen digestión, a continuar danzando), por las casas la gente les va pidiendo que bailen y les da una cooperación por cada pieza que ejecutan, así divierten a la gente. Simbólicamente, ellos bailan por los demás, porque la gente está de duelo y no puede divertirse si no es por medio de ellos que representan al demonio en persona. Precisamente las marotas tientan a los hombres a pecar, invitándolos a que bailen con ellas, pero es entonces que llegan los diablos a defenderlas, por medio de los chirriones que usan para golpearlos. El chasquido de los chirriones anuncia la cercanía de los cuadros, junto con los gritos que vienen dando, aunque fingiendo la voz para no ser reconocidos.

Bailando en el famoso barrio La Uva

Las marotas usan ropa de mujer que consiguen con sus familiares, o compran en el rodante (tianguis), mientras que los diablos usan pantalones largos llenos de girones de tela cosidos, para hacerlos más horribles, además de que les ayuda a no ser reconocidos. Las máscaras de los diablos son hechas de cuero crudo, mientras que las de las marotas de cartón, elaboradas por los mismos danzantes.  Aunque ahora es muy común la compra de máscaras industriales.

“Cuentas claras…” es el lema de este cuadro. Diariamente, después de que terminan su jornada son hechas las cuentas de lo recaudado, y se va apuntando en un papel los nombres de los que participaron ese día, así como el monto al que se hicieron acreedores. Una vez terminados los cuatro días de “marotas”, se les entrega su paga, variando las cantidades dependiendo de los días en que salieron a bailar.


Desfilando el dia de la boda
El sábado de gloria es cuando se hace la boda de las marotas, que es la ceremonia culminante de toda la Semana Santa. Terminando la misa de la noche, después de que se abre la gloria, es necesario regresar a los demonios al infierno, porque ya Cristo ha resucitado y no tienen permiso de seguir en la tierra. Por eso el diablo mayor escoge a una de las marotas para casarse con ella; ellos se visten de novios, con vestido blanco y traje o camisa blanca. Después de abierta la gloria se empiezan a tronar los cohetes para indicar que va a empezar la boda. Los diablos dan una vuelta por el pueblo, desfilando porque ya se va a realizar la boda. En la plaza del pueblo o en la galera, cuando son comunidades, hacen el baile de la boda. La ceremonia es igual a una boda normal pero al revés; primero hacen el baile, después tiran el ramo, bailan la víbora de la mar, el vals, y en último lugar hacen la ceremonia donde los casa el juez. Pero en eso llega la esposa del diablo mayor, embarazada y con muchos diablitos, e impide la ceremonia. En castigo los demonios deben de regresar al infierno. Culminando con la quema del diablo en forma de judas.

En pleno jolgorio

Los novios. El novio ya se estaba imaginando la luna de miel en la presa y sopas! que le llega la mujer con las crias.

Quema del diablo


Foto tomada el segundo día de actividades. en ella observamos a los músicos maroteros; el del violín y gorro de don Ramón, traía mucha sed debido a que como decimos en Antiguo Morelos "andaba malo"


Hay que agregar que no existe una música especial, si no que se adapta música de baile para que se acomode al trio; incluso ahora es más común la música grabada, aunque por ejemplo el cuadro de Jacobo, que toca en vivo, ha hecho un esfuerzo para que se vuelva a hacer al estilo de antes; arreglando la música nueva y a la vez, sacando los sones viejos.


Algunos sones de la danza de marotas son: “El Carrito”, “El Platanito”, “María Salome”, “El Borrego”, “El Burro”, “Mi Violín” y “Los Enanos”, que es uno de los mas antiguos.


Una precisión muy importante, es que además de los tres cuadros de la cabecera, existen marotas en las comunidades de: México Libre, El Sauz y Fortines.
Con nombres y ciertos detalles diferentes, existen cuadros de diablos en otras comunidades. Son famosas “la judea” de Quintero, municipio de El Mante, y “los diableros” de San Antonio Rayón en el municipio de González, Tamaulipas.



Los que deseamos que las tradiciones de nuestro pueblo perduren, nos da gusto ver que los padres inculquen a sus hijos esta tradición antiguomorelense, ya que ellos son el futuro de esta danza.

3 comentarios:

  1. Muchas felicidades por documentar la tradición de Las Marotas y darnosla a conocer a través de su página. Un abrazo a Jacobo Castillo y a Marvin por este esfuerzo.

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  2. Felicidades Marvin y muchas gracias por compartirnos un poquito de la cultura de nuestra tierra tan hermosa que siempre vamos a llevar en el corazón.
    Empiezo a leer tu libro, un ejemplar que me regalo mi papá el Prof. Jerardo Hernández Gómez.
    Saludos desde Toluca

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  3. Me encanta esta tradicion. Gracias por la historia y las fotos.

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